"la tierra sólo es capaz de abastecer necesidades.
si consumes más de lo que necesitas estás robando a otra persona"

22 diciembre 2008

solsticio de invierno


Ayer, 21 de diciembre, fue el solsticio de diciembre, coincidiendo con la llegada oficial del invierno. Justo a la 13:04h la Tierra alcanzó el punto máximo de inclinación en relación al Sol, por lo que recibe menos luz durante el día. Es por esto por lo que el día 21 de diciembre es el día más corto del año y, en consecuencia, la noche más larga del año.

Muchas culturas vinculadas a la naturaleza han considerado y consideran importante esta fecha, por ser el momento en el cual los dias empiezan a alargarse y se puede disfrutar de más luz. Por este motivo, el 21 de diciembre se convierte en un día de celebración para muchas culturas. A mi me parece realmente interesante el Yule. Es una tradición escandinava relacionada con el solsticio de invierno, la cual celebra el regreso del Sol, y se quema el tronco del Yule.

Es un momento de espera, donde la tierra está en reposo. Ya se han recolectado los frutos de la cosecha anterior y ahora es el momento de seleccionar los mejores frutos y obtener las semillas para volver a sembrar. Hay frutos que no serán buenos, por lo que los desecharemos. De la misma manera, es un buen momento para mirar hacia dentro y reflexionar sobre el camino andado. Quedarnos con lo bueno, y desechar lo negativo, o procurar cambiarlo.
Además era habitual en esta fecha compartir con la tribu, aldea, pueblo lo que nos había dado la tierra, pues de la unión dependía su supervivencia. En honor a esto, es bonito obsequiar a los seres que queremos con lo que necesitan de nosotros: afecto, tiempo, apoyo, alegría...

Para celebrarlo se puede decorar un árbol (pino, roble...) y el hogar con coronas de naturaleza muerta, soles, lunas, de tonos blancos, dorados, plateados, para celebrar el renacimiento del Sol. Se puede preparar una comida basada en ingrediente de temporada: manzanas, peras, nueces... Además, siguiendo la tradición del Yule, se puede quemar un tronco, o en su ausencia, una vela grande, y aprovechar su luz para reunirnos y cenar con la luz tenue de la vela; disfrutando así la noche más larga del año.



P.D: Vinculándonos de nuevo a la naturaleza y a sus ciclos es como podemos volver a recobrar el sentido de nuestra existencia más natural y primitiva.


Os deseo un feliz solsticio de invierno y que disfrutéis del invierno y de la cada vez mayor luz del Sol.


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